Libros ambientados en Ecuador

Ariel Clásicos Ecuatorianos rinde homenaje a la Cultura Nacional con el mayor esfuerzo editorial ecuatoriano de todos lo tiempos. Las Cruces sobre el Agua es parte de esta gran colección.Escrita en 1946 por Joaquín Gallegos Lara. La trama gira en torno a la masacre obrera del 15 de Noviembre de 1922, pero no solo este hecho espantoso es lo que mueve el relato, sino una profunda mirada a la situación de las clases menos favorecidas del Ecuador. La violencia, la frustración, la amistad y el trabajo son temas que se traslucen en esta novela para pintar un cuadro que muchos han catalogado como perteneciente al realismo social. Sin embargo, varias son las interpretaciones para un texto que nos brinda la panorámica de un tiempo y un espacio, donde el ecuatoriano sufre, pero dentro de su miseria, también sabe sonreír.

Novela. histórica 'La Cusinga, esencia del fuego y el viento', del ecuatoriano César Hermida, aborda la trascendencia de la primera Misión Geodésica francesa, que llegó a Ecuador en 1736, para medir el arco del meridiano terrestre, en busca de definir la forma exacta del planeta. Con la historia del romance de un cirujano de la misión como pretexto, Hermida comentó hoy que analiza en la novela la trayectoria de la Misión Geodésica y las características de la ciudad ecuatoriana de Cuenca, en el sur andino del país, donde centran su aventura los protagonistas

Ariel Clásicos Ecuatorianos rinde homenaje a la Cultura Nacional con el mayor esfuerzo editorial ecuatoriano de todos lo tiempos. A la Costa es parte de esta gran colección.Escrita en 1904 por Luis A. Martínez. En A la Costa están varios de los personajes del Ecuador de la época y, acaso, lo que subsisten en el dolor y el perjuicio de nuestras horas de avante. Por lo mismo, Martínez, si supo penetrar certeramente en su tiempo, también se adelantó a él, fijando el valor de la advertencia. Se desarrolla, al propio tiempo que la historia real del fracaso de una familia de clase media, gran parte de los caracteres y las costumbres de las dos regiones del Ecuador, la sierra y la costa, examinándose con exactitud las condiciones del ambiente, si hemos de estimar por tal a toda esa serie de circunstancias, afirmativas y negativas, que forman el medio y que influyen decisivamente en la existencia del individuo.

Como muchos escritores de su generación, Jorge Icaza vio en sí mismo y en sus obras una consecuencia final de las transformaciones que el liberalismo había introducido en el Ecuador en las primeras décadas del siglo. Con su obra, parece sumarse a quienes pretendían hacer de la literatura una manifestación de lucha de clases, un arte proletario al servicio del proletariado internacional, cuyos mejores representantes en la sierra ecuatoriana eran los indios y otros sectores populares. Huasipungo es una pieza fundamental en el desarrollo de la narrativa indigenista andina. El indio que aparece en ella no es un indio mítico, sino un indio acosado por una naturaleza hostil y por los tradicionales abusos de los latifundistas. Junto al indio aparece el cholo, víctima del blanco y verdugo del indio.

Ariel Clásicos Ecuatorianos rinde homenaje a la Cultura Nacional con el mayor esfuerzo editorial ecuatoriano de todos lo tiempos. La hoguera bárbara es parte de esta gran colección.Alfredo Pareja Diezcanseco publicó en 1944 esta obra, en ella, el autor combina la realidad histórica y la ficción novelesca, para representar las acciones y las circunstancias históricas que rodearon la vida y la muerte del general Eloy Alfaro.
La vida del general Eloy Alfaro Delgado, la Batalla de los Amarillos y la proclamación del 5 de mayo de 1895 que fue el triunfo de la revolución alfarista con un ideal de cambio por la patria desafiando la tiranía y la injusticia en Ecuador.

A la costa es una novela histórica escrita por el ecuatoriano Luis Alfredo Martínez y publicada originalmente en 1904, considerada la obra cumbre del autor. La trama se desarrolla a finales del siglo XIX en medio de los cambios políticos y sociales provocados por la Revolución liberal de Ecuador.
La trama de la obra explora la vida y costumbres del pueblo afroecuatoriano de la época, así como la represión, discriminación e injusticias de las que era víctima.Ortiz utilizó sus propias experiencias como mulato para crear la lucha interna del personaje principal ante los conflictos interraciales en que se veía inmerso

No recogen las páginas de la historia porteña peor tragedia que la acaecida en 1687. La muy noble y leal ciudad de Santiago de Guayaquil quedó en completa ruina. Setenta y cuatro conciudadanos nuestros ofrendaron sus vidas en la acometida pirata... No se les rindió honor de héroes, aunque lo merecieron. A muchos ni los enterraron.

Muchas familias pasaron repentinamente de la opulencia a la más humillante miseria. La población huyó despavorida a los campos y Guayaquil quedó desolado por varios años. Era la ciudad de los cadáveres, la ciudad de los recuerdos, la ciudad del terror... Nadie caminaba ya sus calles. En 1688 se ordenó su demolición.

¿Pero quién se acuerda del Guayaquil colonial? ¿Quién se acuerda de esa bella localidad que un día ostentó tener el puente más largo del mundo? Los siglos pasaron y sepultaron su recuerdo, que ahora Riofrío saca del baúl y desempolva de manera magistral.

Ambientado en la majestuosa geografía de los Andes, este libro apasionante cuenta la vida de Manuela Sáenz, quien ganó su lugar en la historia como el gran amor del libertador de Suramérica, Simón Bolívar. La vida de Manuela Sáenz en sí es fascinante. Abandonando su posición como una de las mujeres más ricas de Lima, Sáenz trabajó clandestinamente con conspiradores para derrocar los representantes corruptos del reino español. Este camino eventualmente la llevó a conocer a Bolívar en 1822, cuando ella tenía veinticinco años. La atracción fue inmediata y por ocho años fueron amantes, hasta la muerte de Bolívar. Durante esta época turbulenta, Manuela luchó en varias batallas, consiguiendo el rango de coronel, y fue eventualmente encarcelada, herida y por último desterrada de por vida de Colombia y Ecuador. Nuestras Vidas Son los Ríos dramatiza la lucha de Suramérica por su independencia no solo desde el punto de vista de Sáenz, si no también desde la mirada de otras dos mujeres excepcionales: Natán y Jonotás, las esclavas de Sáenz. Con este paso audaz, Manrique muestra diferentes (y a veces encontradas) versiones de Bolívar, de Manuela y de las consecuencias importantes del movimiento de independencia—no solo para los descendientes españoles, si no también para los esclavos y para la enorme población indígena de los Andes. Esta novela ejemplar de Manrique revela a Manuela Sáenz como una mujer única y brillante a quien lectores modernos encontrarán imposible de olvidar.

Cuando los guayacanes florecían es una novela histórica del escritor ecuatoriano Nelson Estupiñán Bass, publicada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1954. La trama se sitúa en medio de la rebelión de Carlos Concha Torres en Esmeraldas tras la muerte de Eloy Alfaro, y narra la lucha de un grupo de peones afroecuatorianos contra las fuerzas del ejército y contra un sistema empecinado en negarles la libertad.

La obra es una de las novelas más importantes de la literatura ecuatoriana, así como la obra más recordada del autor. Ha sido traducida al inglés, francés y ruso. Es considerada además una de las novelas claves de la Negritud ecuatoriana, en la que Estupiñán muestra y denuncia la discriminación y explotación del pueblo afroecuatoriano por las fuerzas opresoras de la época.

Cuando Baldomera —mientras trabajando en una típica casa prostibularia de la costa ecuatoriana— conoce a Lamparita, ella se enamora de él. Pues claro, nadie más que él, el cuatrero más bravo del río Yaguachi, pudo lidiar con el fuerte temperamento de esta mujer.
Tras su casamiento, la situación se jode cuando, al fin, la suerte de Lamparita termina y es herido por la policía tras un intento de robo. Ahora, el único ingreso de la familia depende únicamente de la venta de muchines y empanadas que la negra Baldomera vende por las noches en el barrio de la Boca del Pozo. Su marido postrado, sus hijos en andanzas y ella en su alcoholismo y rol de madre.
Así gira la vida de la temible Baldomera en uno de los barrios más pobres del Guayaquil de los años 20, el Guayaquil de la Gran Matanza, un Guayaquil lleno de injusticas, abusos y violencia.
Baldomera, publicada en 1938, es obra cumbre de Alfredo Pareja Diezcanseco y novela fundamental del realismo social ecuatoriano.

Entender porque la migración jamaiquina a Ecuador se produce, tiene diversos entretelones, los mismos que tienen que ser desdibujados por una investigación exhaustiva que tiende a que puedan aclararse porque por mucha cultura que posea el ecuatoriano, este deja a un lado un aspecto que es importante para nosotros, esto se traduce en un entorno familiar, el ecuatoriano común desconoce nuestra historia.
El escribir Philip Clark, el Ferrocarril y los recuerdos es parte de una odisea que trata de afianzar el trabajo que hemos venido realizando a lo largo de estos años, poner la introducción por escrito de algo histórico es desde ya un paso que construye una fortaleza, pues la difusión de esta historia al ser recalcitrantes y ser como una gota de agua que taladra la roca, ayuda a que se pueda establecer una vigencia en el tiempo y en el espacio.

Novela ganadora de los Premio Héctor Rojas Herazo y RAE 2018.

La figura de José María Velasco Ibarra se ha ido difuminando en la leyenda. De su vida y su proyecto político se recuerda poco, salvo el hecho -impresionante, sí- de que arribó cinco veces a la presidencia del Ecuador y de que el destino de esta gloria fue siempre el destierro. Contra esta fácil simplificación se erige El perpetuo exiliado, novela en la que reaparece el político de carne y hueso, idealista y represor, portavoz de los anhelos de su pueblo y facilitador del poder oligárquico, así como el romántico enamorado de la poeta argentina Corina Parral, la mujer que lo acompañó en sus exilios.

El jurado del Premio Internacional de Novela Héctor Rojas Herazo dijo, al premiar esta obra, que se está galardonando la fuerza de su argumento y su extraordinaria investigación, toda vez que ella en sí es un tratado de literatura y geopolítica. En la escritura de esta novela collage está imbricada una historia de amor en cuarenta años de historia política del Ecuador, pero el Velasco Ibarra de estas páginas, como señala el autor, no pertenece tanto a la historia como a la literatura. En el 2018 esta novela ganó el Premio de la Real Academia de la Lengua

Daniel Martínez, recordar-fabular episodios de la historia de Quito y de la vida familiar, desde la fundación española hasta la época petrolera. Como dice Ángel Rama al antologar esta obra de Iván Egüez, lo nuevo de estas invenciones no radica en la recuperación del pasado sino en el intento de otorgar sentido a la aventura del hombre americano, mediante bruscos cortes de tiempo y el espacio que ligan analógicamente sucesos, dispares, sociedades disímiles, estableciendo de hecho diagramas interpretativos de la historia

Ecuador, 1985. El presidente Febres Cordero ha instaurado una política de represión inédita contra todos los opositores políticos. En Colombia, país vecino, la violencia del Estado siembra el terror desde décadas atrás. Algunos colombianos y colombianas se agrupan en Quito para hacer conocer la violencia y la injusticia que desangra su país. Entre ellos, Hernando, un joven estudiante de periodismo amante de la salsa, el ron y de reírse de todo. Detenido, desaparecido y torturado, después de doce días llega a la cárcel de Quito. Durante tres meses se relaciona con el vivir cotidiano de todo tipo de detenido, incluyendo travestis y hasta un secuestrado. La miseria humana, la amistad, el amor, el sexo, un plan de fuga... están presentes en este texto autobiográfico que tiene las características de una novela. A pesar de la dureza de las situaciones que vivió, Hernando las narra con humor y un optimismo sorprendente. De Calla y respira, publicada ya en su traducción francesa, se ha dicho: Jean Ziegler: “¡Una historia dura e intensa, pero de lectura fantástica!” Ramón Chao: “Uno sufre con el personaje, pero al final uno quisiera ser como él” Hernando Calvo Ospina es refugiado político en Francia. Periodista y autor de varias obras, todas traducidas a diferentes idiomas, escribe particularmente para Le Monde Diplomatique. Ha participado en documentales para las cadenas de televisión BBC y ARTE. En abril de 2009, el vuelo que lo llevaba de París a México tuvo que ser desviado porque debía sobrevolar Estados Unidos, y las autoridades de este país lo consideraban como un peligro para su seguridad nacional. A pesar de que Hernando Calvo solo continúa utilizando una sola arma: escribir. Su último libro publicado en España es El equipo de choque de la CIA (El Viejo Topo, 2010).

Una completa biografía del primer alcalde elegido de Quito.

Jacinto Jijón y Caamaño fue, además de millonario y aristócrata, historiador, arqueólogo, lingüista, sociólogo, escritor, político y el primer alcalde de Quito elegido por votación popular. Sin embargo, su recuerdo ha sido relegado a un desgastado busto sin nombre puesto al desgaire en un parque. Además de una biografía sobre un antepasado ilustre, este libro es un recorrido íntimo por el camino de un autor que se acerca a su protagonista. Francisco Febres Cordero rastrea el tránsito de Jijón y la época que le tocó vivir, recuerda los vínculos y legados de su familia y, luego de hablar con familiares, historiadores y despolvar archivos que puedan darle pistas sobre el carácter, el intelecto y los hechos que marcaron el destino de este erudito, logra darle voz y vida. Mediante un texto en que la imaginación no desvirtúa la realidad, va al rescate de este sabio injustamente ignorado que tanto hizo en beneficio del Ecuador.

Un relato de zombis, aventuras y conspiración ambientada en el Guayaquil de mediados del siglo XIX. El autor transforma un suceso histórico (la epidemia de fiebre amarilla que azotó Guayaquil en 1842) en una ficticia plaga zombi que hace que aquellos que fallecen por una extraña enfermedad resuciten, transformados en muertos vivientes. Personajes históricos, contemporáneos de la época, también aparecen en la trama (uno de ellos, José Rodríguez Labandera, inventor nacido en Guayaquil a principios de ese siglo), y son los encargados de enfrentar la amenaza zombi que sume a la ciudad en el caos y la barbarie. La novela también aborda temas como la religiosidad en la época, las marcadísimas diferencias de clases del Guayaquil antiguo y el abuso de los políticos sobre las masas atemorizadas.
Décimo Quevedo (quien figura en la portada como autor del libro) es el seudónimo del escritor Gabriel Fandiño, quien también realizó las ilustraciones que acompañan el relato.

El negro Santander es un cuento del escritor ecuatoriano Enrique Gil Gilbert, publicado en 1933 como parte del libro de relatos Yunga. Es considerado uno de los cuentos emblemáticos del autor, en que narra los abusos y la explotación que sufrieron los peones durante la construcción de las vías del Ferrocarril Transandino.

Bajo el telón de una historia de amor se desarrolla una novela histórica situada en el siglo XVIII que tiene como trasfondo el origen del Ecuador como concepto científico y como país. Su autor fue premiado con el primer premio de la IV Bienal de la Novela Ecuatoriana el año de su publicación

Este es un libro de cuentos que mereció el segundo premio en la Bienal de cuento, convocada por la Prefectura Provincial de Pichincha, Ecuador 2017. Con un humor sano y expansivo, sin omitir la ironía, el autor nos lleva de la mano a temas de picante invención donde surgen temas sabrosos como el del cura revolucionario, o el muchacho que vende La Caja Ronca o el chico que funda su propio ring, y que motiva la hilaridad a la vez que reflexión en las formas y motivos que se inventan los personajes del pueblo para sobrevivir. Los textos rápidos,ingeniosos, con la soltura que presta al diálogo su fluidez y su encanto, no dejan de lado a otros donde la reflexión o la sorpresa son la tónica del libro pleno de aventuras.

En 1830, Ecuador se constituye como república independiente. Dos años más tarde, nace en Ambato, pequeña ciudad al sur de Quito, el escritor ecuatoriano Juan León Mera, novelista, periodista, crítico literario, poeta y político, cuya actividad vital y literaria está ligada al desarrollo de la incipiente república ecuatoriana. Cumandá es su primera novela y la primera novela ecuatoriana. Su importancia no sólo radica en su carácter inaugural, sino sobre todo en haber sintetizado casi todos los temas que han tenido la historia ideológica interna del romanticismo hispanoamericano: el espíritu como expresión extrema de la sensibilidad, la recuperación del pasado en el tratamiento del problema indígena y la confluencia de razas, la categoría existencial y política que desarrolla el conflicto de la identidad nacional, la oposición sistemática, que pretende ser esclarecida, entre providencia y destino, carne y espíritu, etnocentrismo y periferia, libertad y responsabilidad, armonía y caos, pasión y voluntad.

Y en el proscenio Quito. 1995. La guerra del Cenepa. La triangulación de armas de Argentina a Ecuador. Y en el trasfondo la ciudad. La desaparición de una niña, un matrimonio frustrado. Un pintor. Un detective. Paolo y su incansable búsqueda de Ariadna, su amor de la infancia que le ayudó a sobrevivir unas agotadoras lecciones de violín. El violinista frente al profesor. El profesor y el violinista frente al detective. Las historias paralelas. Una punzada de celos tan inesperada como aguda en una fiesta pagana, en una ciudad pagana. Y en el medio Ariadna. Es la historia de Quito, sus calles, sus tugurios y su bohemia. Una bohemia que suena más a borrachera. Es un recorrido por la ciudad que no es niebla, ni lluvia ni fantasmas. Es una ciudad viva, donde las niñas desaparecen, donde las investigaciones las hacen detectives reales de esos que se emborrachan y golpean y no resuelven acertijos. La historia de las historias. Las historias cruzadas en una ciudad que palpita vida. Mucha vida.

En el transcurso de una entrevista de televisión, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, es asesinado. Su muerte se produce de una manera espantosa y es presenciada en vivo por millones de televidentes. Uno de los periodistas presentes al momento de la muerte del mandatario, es acusado del magnicidio y detenido para investigación. La policía hará todo lo posible para sacarle una confesión, mientras él, desde la cárcel y con la ayuda de algunos viejos y nuevos amigos, intentará que las investigaciones se dirijan hacia los funcionarios más cercanos a Correa, de quienes la prensa sospecha que son los verdaderos autores. En medio de torturas y de situaciones extremas que se viven al interior de las prisiones ecuatorianas, llegan los recuerdos de un pasado lleno de sangre. Un país que a pesar de ser considerado una isla de paz, no ha sabido resolver sus problemas de otra forma que no sea con violencia. Asesinatos en serie y abusos sexuales se mezclan con crímenes políticos y tráfico de drogas, pero el pasado del país no es lo único que atormenta a los personajes de la novela. Sus pasados personales también los persiguen y sus fantasmas los acompañan en el presente. ¿Podrá Rafael Cuesta resolver el misterio? ¿Quién asesinó al presidente?